Plan de actuación y responsabilidad empresarial
En una entrada anterior ya anticipaba que habría una segunda exponiendo posibles soluciones a algunos de los problemas planteados y donde creo yo que radica la responsabilidad para solucionar estas cuestiones. Para poder acotarlo, voy a exponer algunas posibles actuaciones en un ámbito relativamente pequeño, como pudiera ser un centro educativo, al fin y al cabo va a ser mi futuro lugar de trabajo. Sin más que añadir vamos con ello:
Las
TIC son indudablemente el futuro de la educación, los recursos que nos ofrecen
y las posibilidades que encierran, son enormes y de un gran valor para la labor
del educador. Sin embargo, como ya hemos ido viendo, es necesario saber que no
son todo ventajas en el uso de las TIC. Existen una serie de cuestiones a tener
en cuenta a la hora de implementar su uso indiscriminado en la labor de aula, y
es que estos efectos negativos son especialmente apreciables a gran escala
cuando hablamos de un entorno social. No obstante, también encontramos
problemas en pequeña escala como pudiera ser un colegio o un aula concreta.
Estos problemas son muy variados, ahora enumeraremos algunos de ellos:
Problemas
psicológicos,
como pudieran ser la tecnología, el desarrollo de trastornos de atención debido
a la enorme cantidad de estímulos, o la pérdida de la capacidad crítica en aras
de la información que se puede encontrar en Internet.
Problemas
sociales,
como la incapacidad para relacionarse físicamente con sus iguales, disociación
entre el entorno real y el entorno virtual para la socialización, desconexión
entre las personas más cercanas a su entorno y aquellas más alejadas con las
que se puede comunicar haciendo uso de las tecnologías.
Problemas
ambientales y
económicos, posiblemente los que más fácilmente podemos observar, se
tratan de el efecto que causan el uso de estas tecnologías en las facturas de
la luz en estos centros. Una sala de ordenadores en la que se disponga de 25
equipos puede gastar una enorme cantidad de energía si se utiliza durante mucho
tiempo, lo cual da como resultado una importante suma económica en concepto de
factura eléctrica. No solo tiene que ver con la el costo monetario de la luz,
sino también con los problemas asociados a la producción de dicha energía. Un
ordenador produce dióxido de carbono, muchos ordenadores funcionando durante
mucho tiempo producen una enorme cantidad de dióxido de carbono, a lo cual se
tiene que sumar la cantidad de dióxido de carbono y otros gases contaminantes
que se producen debido a la obtención de la energía eléctrica con la que luego
alimentaremos dichos equipos.
Como
ya vemos son varios los problemas asociados del sobre abuso de las nuevas
tecnologías, tratemos ahora de ver maneras en las que podemos reducir estos
efectos o por lo menos tratar de paliar los en lo posible.
Para
empezar cabría destacar que una sesión en la que se incluyen las tecnologías no
significa que estrictamente a lo largo de toda la sesión estemos con el
ordenador encendido o haciendo uso del mismo, si se plantea una sesión en la
que se parte de un aprendizaje previo para después implementar las nuevas
tecnologías en el desarrollo de ciertas actividades que tengan que ver con dicho
aprendizaje, el tiempo de uso del ordenador por ejemplo es mucho menor que si
lo tenemos encendido a lo largo de toda la clase, de esta forma reducimos el
tiempo que los alumnos están mirando una pantalla y al mismo modo reducimos el
tiempo que el ordenador está funcionando y por lo tanto gastando luz y
contaminando. Por otro lado una situación distinta se plantea si lo que
queremos es hacer una sesión en la que los alumnos tengan que investigar
utilizando el ordenador, ya que una investigación forzosamente va a requerir de
un cierto tiempo en el que los alumnos filtran encuentran y criban la
información necesaria para construir el tema, en estos casos la mejor forma de
reducir en la medida de lo posible los efectos del uso de las tecnologías sería
implementar un sistema por pares o de grupos incluso, fomentando el trabajo en
equipo y haciendo que los alumnos utilicen en lugar de un equipo para cada uno,
un equipo para cada dos, por ejemplo, de tal forma que no solo enriquecen su
aprendizaje apoyándose en su compañero y en el ordenador, sino que reducimos a
la mitad el número de equipos que tenemos que mantener funcionando para dicha
tarea. Sin embargo, si llevamos esto al máximo exponente, se nos presenta un
problema, y es que no fomentamos el trabajo autónomo por parte del alumno, y
tampoco podemos tener una medición exacta o una observación perfectamente
válida de cuánto está trabajando cada alumno. En estos casos forzosamente
deberemos utilizar un equipo para cada alumno, siempre y cuando dispongamos de
él, en estos casos lo que se debería de tratar es de reducir el tiempo de
empleo del ordenador, se puede hacer de diversas maneras, como ya he dicho
antes podemos darle nosotros el tema y que ellos solo tengan que elaborar una
serie de actividades de tal forma que reduzcan el tiempo de desarrollo en
ordenador, se puede dividir la sesión en dos días distintos o en dos momentos
distintos del día, de tal forma que en uno de los dos momentos se plantee la
investigación la selección y la criba de la información y el otro se
desarrollen las actividades que queremos llevar a cabo. Bien es cierto que de
esta última forma no se solventa el problema del consumo eléctrico, o de la
emisión de CO2, ya que dividirlo en dos periodos de tiempo distintos no hace
que la huella total deje de ser la misma. Sin embargo, sí que podemos reducir
los otros problemas asociados al uso de las tecnologías que hemos dicho
anteriormente, ya sea la adicción tecnológica, problemas por falta de atención,
etc.
Estas
medidas son muy sencillas de implementar y nos permitirían reducir en cierto
grado el impacto que las tecnologías puedan tener en el centro, ahora bien, si
realmente quisiéramos que hubiese un cambio real y palpable, deberíamos
entonces de pensar en un cambio de infraestructura. En la mayoría de los
centros, y hemos enmarcado esta reflexión en el contexto de un centro real, se
utilizan repetidores Wi-Fi para permitir que la señal de internet se encuentre
en todo el centro en una intensidad aceptable, sin embargo, estos repetidores
consumen una alta carga eléctrica, tienen que funcionar todo el tiempo al igual
que lo tiene que hacer el router. Por lo que no solo consumen importantes
cantidades de electricidad, sino que también producen dióxido de carbono y
otros gases derivados de su funcionamiento, la razón de que utilicen estos
dispositivos es básicamente que son más baratos que otras opciones. Si utilizásemos
por ejemplo fibra óptica plástica en los centros, minimizaríamos estos efectos,
ya que la fibra óptica se introduce en la instalación eléctrica del centro y
permite llevar una conexión a Internet de alta velocidad por toda la extensión
del mismo, sin necesitar mayor carga eléctrica, y sin generar apenas
contaminantes. Esta última solución es la más eficiente, ya que nos permite
reducir al máximo el efecto que la transmisión de la red Wi-Fi tiene en la
huella del centro, pero es que además la intensidad de la señal que emite la
fibra óptica, es mucho mayor y mucho más estable que la que pueda darnos una
señal Wi-Fi.
Por
otro lado, también podrían reducirse disgustos y residuos electrónicos si se
utilizasen estabilizadores eléctricos, los cuáles son dispositivos que permiten
estabilizar la red eléctrica de tal forma que los picos de tensión no afecten a
los dispositivos electrónicos. Esto es importante ya que los picos de
intensidad, o de tensión, que se dan en una red eléctrica debido al sobreuso
pueden causar que los ordenadores no solo consuman más energía y emitan más
gases, sino que además propician que los componentes electrónicos del ordenador
se estropeen, lo cual provoca que haya que cambiar el equipo, y se generen
residuos electrónicos en el proceso. Los estabilizadores no son baratos, por lo
que también se puede utilizar los llamados SAIS, dispositivos que se utilizan
en un solo puesto, y cuya finalidad es la misma que la del estabilizador, pero
a pequeña escala. Asimismo, el SAI permite mantener el quipo encendido por un
corto periodo de tiempo, en caso de que se vaya la luz, para que podamos
guardar el trabajo que llevemos hecho y apagar el equipo de la forma correcta.
De esta forma ahorramos mucho tiempo en el uso del ordenador debido a posibles
pérdidas de trabajo, y también solventamos los problemas que ya hemos comentado
anteriormente.
Estas
últimas soluciones son las más eficaces para reducir los efectos de las TIC en
los centros, sin embargo, también son las más difíciles de poner en práctica,
ya que las infraestructuras y los equipos que se necesitan para llevarlas a
cabo son bastante caros, lo cual en un centro que generalmente no dispone de la
mayor financiación posible, las haga inviables. Sin embargo, esto no quiere
decir que no se puedan plantear medidas para reducir dichos efectos, en nuestra
primera parte hemos dado una serie de medidas que no requieren de grandes
infraestructuras y que no cuesta apenas poner en práctica.
Por el lado de los problemas sociales y psicológicos, no encontramos soluciones tan directas como pudieran ser todas las anteriores, esto tiene sentido si pensamos que al final estos problemas repercuten y dependen directamente de la persona. A fin de cuentas, las personas son muy diferentes, y para poder desarrollar soluciones que nos sirvan para una u otra persona, necesitamos de muchísima información, analizar muchas variables y tener una serie de conocimientos que lamentablemente nosotros no poseemos. Así pues, como posibles remedios a este tipo de problemas podemos hablar de planes de colaboración con ONG´s como Padres 2.0, la cual, si bien está planteada para los padres y las familias, puede ser perfectamente válida en un contexto escolar. ONG´s o asociaciones como estas plantean planes de actuación y charlas formativas con las que consideramos que se podrían paliar los efectos negativos de las TIC que van más ligados a la persona.
Comentarios
Publicar un comentario